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Opinión de Opinión de Joe Healy, vicepresidente de Copa y ganadero

Un impuesto sobre la carne sería contraproducente

“Un impuesto europeo sobre la carne es una propuesta que podría ser tan simplista como contraproducente”, ha afirmado Joe Healy, vicepresidente de Copa y ganadero de Athenry (Irlanda), en una carta difundida a través de la plataforma European Livestock Voice y de Copa Cogeca.

Healy expone varios argumentos en contra de la propuesta presentada en el Parlamento Europeo el pasado mes de febrero en Bruselas por parte de la coalición holandesa TAPP (True Animal Protein Price) en la que pide introducir un impuesto sobre los productos cárnicos. Propuesta que va a ser discutida ahora en la Comisión Europea, que va a desvelar estos días una parte importante de su estrategia ‘de la granja a la mesa’, donde mostrará los patrones de consumo que se quieren proponer a los consumidores. Concretamente, y en lo que se refiere al consumo de carne por lo que se sabe hasta ahora se va a sugerir que se dejen de promover los productos cárnicos, que no se fomente su producción y que se impongan determinadas normas fiscales sobre la carne.

Para empezar, Healy señala lo simplista de la propuesta de TAPP, que afirma que “con un solo impuesto podríamos resolver tres ‘problemas’: limitar el consumo de carne en Europa, reducir la ganadería europea y reorientar sectores específicos hacia prácticas de menor impacto.”. No sólo eso, con sus argumentos, Healy muestra que se trata de una propuesta contraproducente ya que “los impuestos sobre los productos de consumo diario nunca han tenido un buen resultado.”

En su opinión, un impuesto sobre la carne tendría como objetivo disuadir a los consumidores de optar por los productos cárnicos, pero…

  1. La carne es también un producto básico, cuya demanda no es muy elástica a las fluctuaciones de precios.
  2. Para el consumidor, el único sustituto real de un tipo de carne es… otro tipo de carne.
  3. Esta es la realidad del mercado, que se deriva de una profunda y vital necesidad de este producto.

Por ello, gravar fuertemente la carne…

  1. Sería visto como una injusticia.
  2. Impediría que las personas que luchan por llegar a fin de mes tuvieran acceso a un componente de una dieta equilibrada.

Y ante eso, Healy se pregunta… “con la crisis económica provocada por el COVID-19, ¿cómo no va a aparecer una medida de este tipo como una doble penalización para las personas que ya están muy afectadas?”. Y la respuesta que dan los partidarios de este impuesto, repartir una parte de los ingresos recaudados entre los hogares europeos más pobres, no convenve a Healy, ya que no se aportan los criterios que podrían utilizarse para realizarlo de un modo justo.

Además, Healy se pregubnta que, dado que se espera que la sustitución de los productos cárnicos re realice con alternativas que, en muchos casos, son productos altamente procesados que ofrecen grandes márgenes a otras industrias, y dado que se expone el argumento de la salud… “¿realmente estamos buscando mejorar el bienestar del consumidor?”

Producción ganadera

Healy también se muestra muy crítico ante el desconocimiento que, en su opinión, muestra TAPP sobre la realidad de la producción ganadera en Europa con su propuesta de “reducir la producción ganadera y reorientarla hacia tipos de producción basados en las plantas.” Entre otros datos, señala que es una visión simplista de la agricultura y, por lo tanto, es peligrosa en más de un aspecto ya que…

  • El 29% de las tierras agrícolas de Europa se consideran tierras marginales en las que sería prácticamente imposible y sumamente costoso desde el punto de vista ambiental y climático plantar cultivos herbáceos.
  • Los ganaderos europeos son los principales actores en el mantenimiento de los pastos y en la prevención del cierre de los campos y la propagación de los incendios forestales en verano.
  • Contrariamente a su imagen demasiado a menudo simplista de “granjas industriales”, los ganaderos europeos son empresas familiares cuyo tamaño medio es de unas 34 hectáreas para menos de 50 animales aproximadamente.
  • Detrás de cada granja, hay también siete personas que trabajan directa e indirectamente en nuestro campo.
  • Los ganaderos son los que en los territorios están invirtiendo mayoritariamente en la adaptación de sus prácticas a las exigencias climáticas, medioambientales y de bienestar animal. Y esto a pesar de su nivel de ingresos que a veces es muy inferior al del resto de la sociedad.

Ante esa realidad, “un impuesto sobre los productos cárnicos paralizaría todos estos esfuerzos porque, una vez más, según estos defensores, se asignaría simplemente una parte a los ganaderos para permitirles detener su actividad. Esto agravaría el ya crítico problema del éxodo rural en toda la Unión.”

Finalmente, Healy lanza varias preguntas a la Unión Europea, como por ejemplo…

¿Cómo podemos defender la exportación del problema a terceros países?

  • En un momento en el que Europa está siguiendo cada vez más la ruta de los acuerdos comerciales bilaterales, con los países del Mercosur por ejemplo, ¿cómo vamos a conseguir que los productores avícolas brasileños o los ganaderos canadienses acepten un impuesto con carácter retroactivo?
  • ¿Cómo evitaremos utilizar productos cárnicos más baratos del extranjero para compensar los costos de ese impuesto?
  • Cuando se pierdan nuestras explotaciones ganaderas, ¿cómo nos aseguraremos de que se respeten nuestras normas y sistemas de control?

Y recuerda también que…

  • El Comisario de Presupuesto de la UE, Günther Oettinger, ya ha desalentado las medidas nacionales para gravar la carne. En sus comentarios sobre una propuesta de este tipo para el Tagesschau en 2019, el Sr. Oettinger indicó acertadamente que si la carne se encareciera significativamente en la UE, seguiría siendo igual de barata en los países vecinos y al final dicha propuesta sería una ‘acción puramente simbólica’.
  • Un impuesto de este tipo no podría aplicarse a nivel europeo sin ir en contra del espíritu de los tratados. Los poderes fiscales recaen en la autoridad nacional. Además, el artículo 39 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea establece claramente que el objetivo de la Política Agrícola Común es garantizar la disponibilidad de los suministros de alimentos y asegurar que los productos alimenticios lleguen a los consumidores a un precio razonable.
  • En un momento en que el precio medio de una cesta de la compra aumenta regularmente en todos los Estados miembros, ¿cómo podemos evitar un aumento dramático y masivo de los precios con un impuesto superior al 10% sobre todos los productos cárnicos?

Y respecto a los argumentos de TAPP, concluye que…

  • TAPP se basa en estudios que han sido objeto de cierta crítica y que tienen una agenda tanto política como de marketing. El debate sobre los aspectos nutricionales de la carne está lejos de haber terminado, como lo demuestra la reciente publicación en “Annals of Internal Medicine” sobre el consumo de carne roja y procesada. Las estadísticas sobre el consumo real de carne “en plato” se están examinando actualmente en el marco de un estudio a fondo en el Observatorio de la Carne de la Comisión Europea.
  • Sus informes se refieren muy a menudo a los resultados ambientales del ganado en todo el mundo, donde los resultados ambientales son inferiores a los de la UE. Por ejemplo, el informe hace referencia al informe del IPCC de las Naciones Unidas en el que se afirma que la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra representan el 24 % de los gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial, omitiendo el hecho de que la agricultura de la UE tiene un impacto mucho menor en términos de porcentaje y que el sector ganadero de la UE está por debajo del 6 % de las emisiones totales de GEI de la UE, según Eurostat. La propuesta del TAPP es genérica y se basa en una cuota de reducción per cápita, lo que lleva a un algoritmo poco claro que establece que las emisiones de CO2eq se reducirán en la UE con 119 millones de toneladas de CO2 eq. por año.
  •  ¿Por qué se minimizan sistemáticamente, o incluso se excluyen de esa modelización, los activos correspondientes a los diferentes tipos de ganado -el ciclo del carbono y la captura de carbono para los rumiantes en los pastizales; la eficiencia de la conversión de la carne en piensos para los monogástricos-?
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