Los medios estadounidenses destacan estos días la subida de los precios de la carne de vacuno en los supermercados. Además, la volatilidad es diaria y de un día para otro. En función de las distintas cadenas de establecimientos, los consumidores pueden encontrar, por ejemplo, la libra de carne picada en márgenes que oscilan entre los 8 y los 12 dólares, según informa AG Web y diversos medios de Estados Unidos.
Con todo, los principales problemas para la distribución son las restricciones que están viviendo en el suministro de sus proveedores cárnicos. Muchos de ellos, debido a sus problemas de producción (plantas cerradas y otras bajo mínimos) han establecido límites a su servicio en cada punto de venta, lo que lleva a su vez a que los supermercados limiten la cantidad de carne que puede adquirir cada cliente. Pese a ese control, muchos puntos de venta ven como las existencias se acaban en los lineales antes del final de la mañana.
La carne de porcino por el momento no se ha visto tan afectada, pero se estima que podría seguir el mismo recorrido.
Hasta ahora, las reacciones de los consumidores se están produciendo principalmente vía redes sociales, donde critican la subida de precios tanto en supermercados como en establecimientos de hostelería. Como ejemplo, se hizo viral una explícita tasa COVID-19 que llegó a implantar un restaurante de Missouri y que debió retirar ante las quejas de sus clientes.
El pasado 11 de mayo, un cliente del restaurante Kiko Japanese Steakhouse y Sushi Lounge en West Plains, Missouri, quedó impresionado al notar un cobro especial en su factura.
