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El proyecto de Norma de Calidad del ibérico crea rechazo, recelo o poca satisfacción

Por C de Comunicación

El nuevo proyecto de Norma de Calidad del ibérico no ha sido bien acogido por la mayoría del sector que lo ve con recelo y desconfianza, aunque en algunos casos también se ve de manera satisfactoria, pero con matices.

Las empresas del sector del cerdo ibérico agrupadas en torno a Iberaice han manifestado su total rechazo a las denominaciones de venta que recoge el nuevo proyecto de Norma de Calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibéricos, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) y presentado al sector la semana pasada.

Según señala Iberaice, el segundo borrador que el Ministerio hace público contiene cambios sustanciales con respecto al primero, “lo que demuestra la ausencia de un criterio claro sobre la regulación que conviene al sector ibérico”.

Además añaden que “nuevamente se ignora la opinión de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici) que queda seriamente cuestionada en su labor de interlocución. Por si esto fuera poco, desaparecen buena parte de las actividades que el primer borrador encomendaba a la Interprofesional para una mejor aplicación de la Norma”.

La agrupación industrial también afirma que “con ello, uno de los elementos básicos que el sector esperaba de esta iniciativa, que era el reforzamiento de los mecanismos de control, queda claramente limitado en la nueva versión, que finalmente plantea muy pocas diferencias en relación con la Norma anteriormente vigente, que, de todos es sabido, ha fracasado en la capacidad de ordenar este sector”.

Otro de los elementos de rechazo por parte de Iberaice es la inclusión de los porcentajes raciales en la configuración de unas denominaciones de venta,  “jamón  %  ibérico”, que resultan “confusas y anticomerciales” y manifiesta que “tampoco aquí la nueva norma responde a las expectativas del sector, que pedía de forma insistente la reducción de calidades para clarificar el mercado y simplificar los mensajes al consumidor, sumamente confundido con las múltiples denominaciones anteriores. La propuesta del Ministerio, que recoge tres calidades de alimentación y tres raciales, eleva a nueve las combinaciones, algo imposible de comunicar según todos los expertos de marketing consultados”.

Iberaice comenta que “estas denominaciones ajenas al mercado causarán un gran perjuicio al sector, la confusión del consumidor y una caída en las ventas en el mercado nacional e internacional, en un momento en que el sector del cerdo ibérico atraviesa una profunda crisis, desembocando en una verdadera ‘ceremonia de la confusión’ más grave que la que en teoría pretende solucionar”, y continúa, “para evitar el uso de estas denominaciones de venta que quiere implantar el Ministerio, es más que previsible que las empresas abandonarán la Norma de Calidad y se refugiarán en Denominaciones de Origen y en marcas colectivas y particulares, siendo las Pymes las que resultarán más perjudicadas”.

Como alternativa, Iberaice plantea que toda la información que permita determinar las verdaderas características del producto, y no solamente la raza, figure en el etiquetado pero no en la denominación de venta.

Por otra parte, la industria se plantea “hasta qué punto es legítimo que la Administración”, a través de este proyecto de norma, “altere de forma sustancial el mercado de un producto tan histórico y emblemático, en una iniciativa normativa que vendría a suponer, de facto, una especie de expropiación de un nombre y una tradición comercial tan arraigada como la del ibérico, no solo por la práctica y la tradición sino por la propia normativa emanada del Ministerio desde hace años”.

Mientras, el nuevo proyecto de Norma de Calidad ha sido bien acogido por la Asociación Española de Criadores de Ganado Porcino Selecto Ibérico Puro y Tronco Ibérico (Aeceriber). Según su secretaria técnica de Elena Diéguez, “el Ministerio de Agricultura tiene interés en aportar transparencia en el etiquetado y eso es un avance positivo”. Dieguez muestra su satisfacción porque se obligará por vez primera a indicar el origen racial del producto en las etiquetas, aunque defiende mejorar el texto y exigir a las producciones intensivas que reúnan los requisitos de calidad suficientes.

Mientras, para el responsable sectorial de UPA, Antonio Prieto, la propuesta del Ministerio “no aporta transparencia ni claridad”, ya que el consumidor se preguntará qué significan los porcentajes raciales, lo que “quitará comercio a la industria”, advierte.

Por su parte, el secretario general del CR de la DO Los Pedroches, Juan Luis Ortiz, destaca que “se están dando pasos en una buena dirección”, aunque reconoce que no se han recogido totalmente las alegaciones de operadores de Andalucía, Extremadura y Castilla y León agrupados en la denominada plataforma en defensa del ibérico en dehesa de la que ellos mismos forman parte.

Desde la Denominación de Origen Guijuelo, Jesús de la Gándara resalta que con la nueva propuesta no se simplifica el etiquetado en los productos porque habrá 9 categorías comerciales y duda si el consumidor será capaz de entender el porcentaje de pureza racial. También cree  que debería diferenciarse al ibérico puro del que no lo es y buscar un nombre que sea aceptado por todo el sector.

El director general del CRDO Jamón de Huelva, José Antonio Pavón, destaca que la diferenciación de razas es positiva pero el uso de número de porcentaje “es lo que menos nos gusta”, al tiempo que no se diferencie la oferta de los cerdos estabulados o confinados en naves industriales que comen pienso, de los que se crían en dehesas. Pavón destaca que verían más apropiado utilizar la palabra “cruzado” para los productos ibéricos no puros o hablar de “ibérico-duroc”.

Para el director gerente de la interprofesional Asici, Andrés Paredes, “debe mejorarse el sistema de control”.

Mientras, fuentes de Asociación Nacional de Entidades de Inspección y Certificación acreditadas de Producto Agroalimentario (Ancipa), sólo han querido opinar brevemente sobre el punto de control y manifiestan que lo ven “correcto”.

Por su parte, el PSOE ha exigido al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que retire su proyecto de norma de calidad del ibérico, presentado “sin un consenso mínimo”, y ha pedido la constitución de un grupo técnico de trabajo donde acordar las mejores propuestas para este sector “tan emblemático”.

El portavoz socialista de Agricultura en el Congreso, Alejandro Alonso, ha rechazado la propuesta argumentando que “no simplifica la tipología de calidades del ibérico”, al crearse nueve tipologías en función de los tipos de alimentación y las características raciales de los animales, lo que generará “más confusión aún de la que ya existe”.

Además, “no se introduce ningún sistema de control y, si se aprueba de esta manera, generará mayor confusión entre los consumidores y un gran conflicto entre los productores”, critica Alonso.

“Los cambios operados del primero al segundo borrador demuestran la falta de criterio del Ministerio, que en este tema parece que legisla más a impulso de presiones de amigos, que atendiendo a los intereses generales del sector”, ha acusado el diputado.

“Somos conscientes de que el problema reside fundamentalmente en la existencia de fraudes al consumidor por vulneración de las normas existentes y ausencia de controles eficaces”, ha reconocido el socialista.

Además, ha recordado que la propuesta “ha provocado un grave enfrentamiento entre comunidades autónomas y un rechazo frontal de la patronal de la industria del ibérico”, y ha insistido en que “una norma de esta importancia sobre un sector tan emblemático no puede aprobarse sin un consenso mínimo que en este momento no se da”.

Por su parte, el consejero andaluz de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, ve “avances” en el nuevo borrador de norma, aunque dice que hay que analizarlo con el sector. Además, en Huelva, los cambios realizados han recibido las bendiciones de la clase política onubenses, que reparten el mérito por que las demandas del sector hayan sido estimadas finalmente.  El presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, manifestó que el cambio en el borrador supone una “satisfacción parcial” respecto a las reivindicaciones del sector, ya que, la nueva propuesta “mejora las condiciones de partida al diferenciar el cerdo ibérico puro del cruzado”.

Mientras, el Gobierno de Extremadura se reunirá el próximo 11 de diciembre con todo el sector del ibérico de la región para analizar el proyecto de la Norma de Calidad y consensuar las alegaciones que se consideren oportunas, para lo que tiene quince días de plazo.

Asimismo, la Junta de Castilla y León califica de “francamente mala” la última propuesta. El Ejecutivo de la comunidad se coloca al lado de las peticiones del sector, según afirmó el consejero portavoz, José Antonio de Santiago-Juárez.

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