El presidente de Tyson Foods, John Tyson, ha asegurado que miles de libras de carne de pollo, vacuno y porcino van a desaparecer de los lineales de los supermercados de Estados Unidos. Y por ello, en una carta insertada como publicidad en el New York Times, Washington Post y Arkansas Democrat-Gazette, Tyson ha advertido que “la cadena de suministro de alimentos se está rompiendo”.
La empresa está llevando a cabo cierres temporales de sus plantas de producción, muy afectadas por brotes de coronavirus entre sus trabajadores. Una situación que también están viviendo otros grandes proveedores de carne de Estados Unidos como Smithfield o JBS. En total, en el país se han producido hastra el momento al menos 20 cierres de grandes plantas de producción por brotes de coronavirus COVID-19, y se estima que han afectado, al menos, al 25 % de la producción de carne del país.
Tyson explicó a los consumidores que, mientras las plantas de producción no puedan trabajar a un nivel óptimo, el suministro de productos cárnicos será limitado. Además, señaló que esta situación llevará al sacrificio de millones de animales, ya que los ganaderos no pueden vender sus cerdos, vacas o pollos, pero deben seguir alimentándolos y manteniendo, con los gastos que origina la actividad habitual, pero nulos ingresos.
Además, recordó que su empresa ha destinado 60 millones de dólares para pagar un bonus a sus 116.000 empleados, tanto de mataderos como de transporte de mercancías, por su trabajo en primera línea; y que han donado 13 millones de dólares a colectivos necesitados en esta crisis. Por último, concluye mostrando su agradecimiento a su equipo, a sus proveedores y a sus consumidores.