Este número ha ido en aumento los últimos años debido a las perspectivas de crecimiento y el ánimo de inversión de las empresas. Según afirma Javier López, director de la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno. "Actualmente tenemos 24.216 explotaciones ganaderas y Castilla y León es la región con mayor censo de ganado bovino. El sector está fuerte y contamos con los recursos necesarios para garantizar el bienestar de los animales y la excelencia del producto final".
La CCAA cuenta con 94.200 km2 y más de 24.000 dehesas repartidas por todo el territorio. La mayor cantidad de explotaciones se localizan principalmente en las provincias de Salamanca y Ávila, seguidas de Segovia, León y Valladolid. “La carne de vacuno de Castilla y León es de excelente calidad porque contamos con medios de producción ideales, como las dehesas donde no existe ningún tipo de contaminación que pueda perjudicar el correcto desarrollo del ganado. Esto, junto con la calidad del pienso que proviene de la propia región y los pastos, son elementos que posibilitan la cría de terneros fuertes y sanos”, explica Agustín de Prada, gerente de ASOPROVAC Castilla y León.
Del censo de ganado, 1,2 millones son exclusivamente de carne, incluidas vacas nodrizas, vacuno de cebo, etc. Y gracias a la confianza de los consumidores en su gran calidad, Castilla y León también es una de las Comunidades Autónomas donde se consume más carne de vacuno. “Si bien el consumo generalizado ha bajado, creemos en una convivencia saludable. Una dieta debe ser variada y en las proporciones que indican los especialistas, lo que nos incluye a todos”, afirma Agustín de Prada. Y como remarca Javier López, “la carne de vacuno, tanto de Castilla y León como del resto de España está producida siguiendo el modelo de producción europeo, el más exigente del mundo en cuanto a controles de calidad, sanidad y bienestar animal. Esa es también nuestra mejor garantía”.
Para garantizar que Castilla y León cumple con el exigente modelo de producción europeo, se llevan a cabo rigurosos controles en todas las fases de producción, desde la fabricación del pienso hasta la carne ya lista para consumir. Estas medidas son parte del esfuerzo del sector por garantizar la seguridad a los consumidores en todos los niveles.