El Centro Común de Investigación (JRC) ha establecido una metodología común que facilita la realización de ensayos en los que se comparen la composición y las características de los productos alimenticios que se venden con envases similares en toda la Unión. Este organismo, que es el servicio de ciencia y conocimiento de la Comisión Europea, busca facilitar esta tarea a las autoridades nacionales de consumo.
Věra Jourová, comisaria de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, ha declarado que “el mercado único no puede ser un mercado con doble rasero. Todos los ciudadanos de la Unión deben sentir que se los trata de la misma manera y que reciben información clara y exacta sobre los productos que compran. No pueden ser inducidos a error por envases similares. Animo a todas las autoridades nacionales a utilizar esta metodología en los próximos meses a fin de atajar esta práctica”.
Por su parte, Tibor Navracsics, comisario de Educación, Cultura, Juventud y Deporte, y responsable del Centro Común de Investigación, reafirma que “los consumidores europeos tienen derecho a ser protegidos contra la comercialización engañosa de los alimentos que consumen y los productos que utilizan, y deben tener confianza en la información facilitada por los productores. El Centro Común de Investigación de la Comisión Europea ha elaborado un procedimiento armonizado para evaluar de forma objetiva las diferencias percibidas en la calidad de los productos. Este es un ejemplo excelente de la manera en que una labor científica de primer orden beneficia directamente a los ciudadanos”.
Esta metodología complementa las medidas anunciadas por la Comisión en su iniciativa relativa a un nuevo acuerdo para los consumidores, que tiene por objeto:
- Aclarar y reforzar los derechos de los consumidores, prohibiendo, por ejemplo, las prácticas de dualidad en la calidad, que inducen a error a los consumidores.
- Empoderar a las entidades cualificadas para interponer demandas en nombre de los consumidores.
- Reforzar las facultades sancionadoras de las autoridades de consumo de los Estados miembros.
Un protocolo común de ensayo
Todos los productos alimenticios que se vendan en la UE deben cumplir normas estrictas de seguridad; los consumidores han de ser informados de las características esenciales que exige el Derecho de la UE sobre el etiquetado de los alimentos, y no deben ser inducidos a error, por ejemplo, por los envases. Es responsabilidad de las autoridades nacionales de seguridad alimentaria y de protección de los consumidores garantizar que los alimentos comercializados en el mercado único se ajusten a la legislación pertinente de la UE.
La metodología de ensayo ayudará a las autoridades a determinar si los productos alimenticios se comercializan respetando el Derecho de la UE.
La metodología se basa en principios clave como la transparencia, la comparabilidad, la similitud en el muestreo y el ensayo de los productos.
Próximas etapas
Los laboratorios de varios Estados miembros de la UE, coordinados por el Centro Común de Investigación, van a aplicar esta metodología en una campaña paneuropea de ensayos para recopilar datos sobre el alcance del problema de la dualidad en la calidad. Se espera disponer de los primeros resultados a final de 2018. Este ejercicio deberá servir de guía práctica para las autoridades encargadas de investigar las prácticas engañosas.
Contexto
En respuesta a la cuestión de la dualidad en la calidad de los alimentos notificada por algunos Estados miembros de la UE, la Comisión Europea ha adoptado diversas medidas para garantizar que los consumidores puedan confiar en los productos que compren, independientemente del lugar donde residan.