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Primeras canales certificadas de la IGP Vaca y Buey de Galicia

Por José Carlos Vicente

Frigoríficos Bandeira (Silleda – Pontevedra), Novafrigsa (Lugo) y Suministros Medina (Betanzos – A Coruña), son las industrias en las que se han certificado y etiquetado las primeras canales de la IGP Vaca y Buey de Galicia. De este modo, el sector de vacuno de carne gallego entra en una nueva etapa al iniciarse el proceso que culminará con la llegada a los mercados los primeros productos amparados por la nueva IGP.

En total, el primer día se certificaron y se etiquetaron en total 14 canales. La conselleira del Medio Rural de la Xunta de Galicia, Ángeles Vázquez Mejuto, acompañada del presidente y miembros del Consejo Regulador, el jefe territorial de Medio Rural en la provincia de Pontevedra, Antonio Crespo, el alcalde de Silleda, Manuel Cuiña, miembros de la Corporación Municipal y representantes del sector, fueron testigos de estos primeros marcajes en la industria cárnica Frigoríficos Bandeira.

En la actualidad, la Indicación Geográfica Protegida Vaca y Buey de Galicia ya cuenta con 186 explotaciones ganaderas y 19 industrias cárnicas inscritas. Asi mismo, hay 3.707 animales registrados, de los cuales 3.648 son vacas y 59 bueyes. Esta Denominación, junto con la IGP Ternera Gallega, están integradas en un órgano de dirección y gestión común que es el Consejo Regulador de las IGPs de Carne de Vacuno de Galicia.

Para el presidente del Consejo Regulador, Jesús González Vázquez, estas cifras “se pueden considerar satisfactorias para ser los primeros meses de trabajo y puesta en marcha de esta nueva Denominación de calidad. Asimismo, también son unas cifras que nosotros permiten ser optimistas a medio plazo por la potencialidad que tiene el sector, hasta poder llegar a superar las 25.000 canales y comercializar alrededor de 10.000 toneladas de carne de vaca y de buey debidamente certificadas”.

González incidió en “la potencialidad y el interés que está despertando la IGP Vaca y Buey de Galicia, junto con el volumen que mueve la IGP Ternera Gallega, nos permiten hablar sin duda de la buena salud de la que disfruta el sector de vacuno de carne de Galicia, un sector que viene apostando por una producción de calidad, respetuosa con la tradición y el medio rural, que cumple las condiciones de trazabilidad y que llega al mercado etiquetada y con garantías de su origen, bajo dos marcas reconocidas: Ternera Gallega, ya consolidada; y ahora también Vaca y Buey de Galicia, con mucho recorrido por delante”.

Un sello para Galicia

La finalidad de la nueva IGP es proteger y poner en valor a carne en fresco procedente de las vacas y de los bueyes que se producen en Galicia, principalmente aquellas piezas más significativas de la canal ( chuletero, solomillo, croca, contra, babilla, tapa…); y también potenciar el consumo de las demás partes de la canal y su uso para obtener productos elaborados de prestigio. En resumen, se pretende generar un mayor valor añadido que repercuta en el conjunto del sector de vacuno de carne y del medio rural en general.

La IGP Vaca y Buey de Galicia abarca la totalidad del territorio gallego. Los animales deben nacer, criarse, engordarse, sacrificarse y despiezarse en Galicia, con el objetivo de preservar su especificidad y controlar las condiciones de obtención del producto.

La carne se obtiene de las principales razas existentes en nuestra Comunidad, sobre todo la rubia gallega y las morenas gallegas, y también la Iimusina, la asturiana de los valles, la rubia de aquitania, la frisona y la pardo alpina, así como sus cruces. En la alimentación y manejo se siguen las prácticas tradicionales en Galicia, apostando por el pastoreo y el uso de forrajes conservados como silo y hierba seca, complementados con harina de cereales, patatas, nabos y concentrados en el caso de ser necesarios para lograr un buen engorde.

Las canales deben destacar por su grado de engrasamiento, infiltración grasa y conformación. La carne se presenta refrigerada, sin que pueda ser congelada en ningún momento a lo largo del proceso de obtención y comercialización. Además, en función del tipo de pieza, se exige un tiempo de maduración mínimo para que el producto gane en ternura, jugosidad y sabor.

El producto tiene que cumplir el programa de control fijado por el Consejo Regulador para que pueda ser etiquetado y comercializado con el logo identificativo de la IGP. Además, para favorecer y mejorar su comercialización, es posible establecer acuerdos de colaboración entre el Consejo Regulador y las carnicerías y cadenas comerciales interesadas.

Bajo la IGP existen dos categorías comerciales. Con la categoría Vaca Gallega se va a comercializar la carne procedente de aquellas hembras que habían tenido por lo menos una gestación antes de su sacrificio, mientras que con la categoría Buey Gallego se comercializará la carne procedente de aquellos machos castrados antes del año de vida y que superen los 48 meses de edad al sacrificio. La existencia de estas dos categorías comerciales, diferenciando claramente en su etiquetado a carne de buey y de vaca, tiene como objeto aportar transparencia en el mercado y evitar el engaño o la confusión de los consumidores.

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