Más de 1.000 puntos de venta de Mercadona han recuperado ya el modelo de carnicero ‘de toda la vida’. Se trata de un cambio de rumbo en la política de la marca respecto a la carne que comenzó a desarrollarse este año tras las pruebas realizadas en Alicante y que consiste en incorporar los denominados ‘servicios de acabado’ para cortar piezas al gusto del cliente.
La venta en bandeja sigue siendo prioritaria, pero ahora los clientes, además de escoger la que quieren, tienen la posibilidad de llevarla al carnicero para que éste realice los cortes que desee. Así, se da respuesta a aquellas personas más acostumbradas al servicio que les ofrecen en las carnicerías.
Éste servicio, que no tiene coste añadido, fue probado en un supermercado de Altea (Alicante) en octubre de 2015, y tras verificar su buen funcionamiento se ha ido extendiendo a toda la cadena (1.600 supermercados).