La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha advertido de que la posible cancelación de las importaciones de soja de Argentina tendría efectos negativos sobre los ganaderos españoles. Según fuentes del Diario El Mundo, esta fue una de las amenazas, junto con el cierre de las importaciones de carne de vacuno, que el Gobierno Español ha lanzado a Argentina por el caso Repsol YPF. España importa entre tres y cuatro millones de toneladas de harina de soja al año, de los que un 85 por 100 viene de Argentina, y esta materia prima es básica para la alimentación del ganado. UPA ha avisado de que las represalias comerciales que ha anunciado el Gobierno “no deben, en ningún caso, ir en contra de los intereses de los ganaderos españoles”.
La harina de soja supone un aporte básico de proteínas para los animales y España es deficitaria en el cultivo de la base de este producto. UPA cree que es “muy complicado” encontrar exportadores alternativos en caso de que se cumpliera la amenaza del Gobierno Español, por lo que ha pedido “cautela y prudencia” es sus reacciones a la nacionalización del 51 por 100 de la empresa petrolífera YPF.
La organización también ha solicitado a la Unión Europea y a sus Estados Miembros que tengan en cuenta la “actitud irresponsable” de Argentina es este caso y que replanteen sus posturas de negociación en los acuerdos comerciales con el MERCOSUR, en los que los ganaderos y agricultores se consideran perjudicados ya que “suelen primar los intereses de otros sectores frente a los productores de alimentos y materias primas”.
Finalmente UPA ha señalado que, en caso de consumarse la supresión de importaciones, se produciría un “desabastecimiento grave” de soja y el precio de esta materia prima subiría “de forma insoportable” para los ganaderos españoles, que sumándose a la crisis de rentabilidad y la sequía harían insoportable la supervivencia de muchas explotaciones.