Asincar celebró ayer una jornada sobre altas presiones hidrostáticas en la conservación de alimentos. Fue impartida por Bruno de Lucas, tecnólogo de Asincar y David Flores, de Hiperbaric, empresa líder mundial de equipos de procesado por altas presiones. Esta jornada forma parte del VII ciclo de jornadas de la Industria Agroalimentaria que ha organizado el centro tecnológico.
Durante su intervención los ponentes destacaron que la más que afianzada globalización mundial y el crecimiento poblacional sufrido a lo largo del siglo XX ha llevado a la industria alimentaria a producir, conservar, distribuir y comercializar toneladas de alimentos, siendo necesario establecer métodos eficaces para garantizar la inocuidad de los mismos y poder así importarlos, exportarlos y en definitiva, “globalizarlos”.
Los tratamientos de conservación tradicionales se basan en la aplicación de tratamientos más o menos agresivos en virtud del margen de vida útil que se quiera lograr, y aunque son procedimientos eficaces para garantizar la seguridad del alimento, también poseen ciertos efectivos negativos sobre el producto como la pérdida de importantes nutrientes, la generación de compuestos potencialmente perjudiciales y la alteración de las características organolépticas propias de los alimentos. De esta manera, Centros Tecnológicos, Organismos Públicos de Investigación, Departamentos de I+D+i de las industrias alimentarias, etc., se esfuerzan en el desarrollo y optimización de nuevos sistemas de conservación, ya sea por mejora de los tratamientos térmicos existentes o por la búsqueda de nuevos métodos y procesos no térmicos.
Las Altas Presiones Hidrostáticas aportan valor y alargan la caducidad a los alimentos, que actualmente se ven limitados en cuanto a distribución por la corta caducidad de los mismos en muchas ocasiones. Gracias a las altas presiones, se pueden conseguir productos naturales que duren hasta seis veces más sin ningún tipo de aditivos ni conservantes y respetando la calidad nutricional y el sabor de los productos naturales y tradicionales. La mayor caducidad puede abrir mercados a los productores asturianos, llevando sus productos a nivel nacional e internacional, ya que las Altas Presiones están reconocidas por las Autoridades Sanitarias de países tan exigentes como EEUU, Japón, Canadá o la Unión Europea mismo, que cada vez está imponiendo más controles a microorganismos patógenos como la listeria.
