La peste porcina africana sigue castigando Italia que acumula ya más de 50 millones de cerdos sacrificados en todo el país.
En el último mes, la situación no ha mejorado y se han contabilizado 24 nuevos focos en granjas del norte de Italia, cinco en la región del Piamonte, uno en la región de Emilia-Romaña y 18 en la región de Lombardía, que por sí sola representa más del 50 % del total de las explotaciones porcinas nacionales, tal y como ha detallado el comisario extraordinario del país para la peste porcina, Giovanni Filippini.
Consecuencias de la PPA en Italia para el sector
Asociaciones y criadores del país han mostrado su preocupación ante esta situación. “El sector de los embutidos italianos ha perdido 20 millones de euros en exportaciones cada mes desde enero de 2022 debido a la presencia de la peste porcina africana en suelo nacional, situación que ha llevado a numerosos terceros países a bloquear las importaciones de nuestros productos como medida de precaución para evitar la entrada accidental del virus que, aunque sólo infecta a los animales, no proporciona cura ni vacuna, lo que obliga a sacrificar miles de animales, incluso sanos, para detener la propagación de la enfermedad”, recuerdan desde ASSICA (Asociación Industrial de Carnes y Embutidos).
La peste porcina africana, ha apuntado por su parte Cristiano Fini, presidente de la asociación agrícola italiana Cia, “corre realmente el riesgo de destruir un sector clave de nuestro sector agroalimentario, que genera más de 13.000 millones de euros entre producción e industria”. Con todo ello, “está en juego el futuro de 26.000 explotaciones porcinas en toda Italia”, ha recordado.
Y es que, tal y como señalan desde ASSICA, la PPA ha provocado una escalada en los precios de la materia prima nacional, alcanzando “niveles sin precedentes”, que, unido a una disminución sostenida del consumo de embutidos en los últimos meses está afectando negativamente a las empresas productoras.
El sector reclama más medidas
Ante esta situación, ambas asociaciones se han reunido con Giovanni Filippini, nombrado recientemente comisario extraordinario de la PPA en el país, para trasladarle una serie de peticiones para tratar de frenar la escalada de la enfermedad por el país.
Así, por parte de la Cia piden que se garantice un futuro a los agricultores, ofreciendo compensaciones rápidas y significativas para cubrir todos los daños directos e indirectos, como la interrupción de la producción, la devaluación de productos y el bloqueo de actividades relacionadas, como las plantas de biogás.
También piden apoyo empresarial, con medidas como una moratoria hipotecaria, un fondo de despido y exenciones de cotizaciones; y apoyo a la inversión para mejorar la bioseguridad en las empresas afectadas.
Asimismo, solicitan acelerar e intensificar la contención de jabalís, aplicar restricciones en las áreas afectadas y concienciar a la población.
Por parte de ASSICA solicitan también una reducción del IVA en los embutidos, mediante la eliminación o reducción del IVA del 10 % al 4 % para aliviar la carga sobre los consumidores, quienes enfrentan una fuerte inflación que reduce su capacidad de compra, y para estimular el consumo de productos tradicionales; así como incentivos para la exportación. En este sentido, piden un crédito fiscal que apoye las inversiones necesarias para adaptar las plantas productivas a los requisitos de mercados extranjeros, especialmente en un contexto donde la PSA ha cerrado el acceso a varios mercados internacionales.
Por otro lado también han requerido apoyo a las empresas productoras y más financiación para erradicar la enfermedad, ya que afecta el comercio y el valor de la producción.
