Casademont se ha aliado con el grupo
finlandés Atria para fabricar directamente en Rusia y sortear así el veto. La compañía familiar gerundense había logrado introducir con fuerza sus salchichones y chorizos en los supermercados de Moscú, pero el veto decretado por el país a la importación de alimentos frescos europeos cerró las puertas a este mercado.
“La marca Casademont está muy bien considerada en Moscú, vendemos un
producto de alta gama en un mercado donde existe mucho potencial de crecimiento
y que es prioritario”, asegura Adriana Casademont, presidenta de la compañía.
Con una facturación de 1.400 millones de euros en 2013,
Atria es un grupo de elaborados cárnicos que elaborará fuets y salchichones en
San Petersburgo. Tras un año de negociaciones,
Casademont ha alcanzado un acuerdo con la empresa para que elabore en esta
planta salchichones, fuets y chorizos con su marca.
“Ellos fabrican con la marca Casademont, pero con
nuestra tecnología; les hemos transferido el conocimiento y la experiencia
necesaria para elaborar estos tres productos”, explica la empresaria, que
inició las exportaciones a Rusia hace más de una década.
Casademont, que factura alrededor de 80 millones de
euros al año, cobrará un royalty por cada kilo de producto vendido. Atria y la empresa catalana han presentado
esta alianza esta semana en Moscú durante Prodexpo, la mayor feria de
alimentación de Rusia.
