La Presidencia del Consejo de la UE y los representantes del Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo político provisional sobre una propuesta de Reglamento de envases y residuos de envases.
A inicios de semana, la presidencia del Consejo de la UE y los representantes del Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo político provisional sobre una propuesta de Reglamento de envases y residuos de envases, que afectará de lleno a la actividad de la industria agroalimentaria europea, aunque no se conoce concretamente de que manera afectará a la industria cárnica.
“El objetivo es abordar el aumento de los residuos de envases generados en la Unión Europea, armonizando al mismo tiempo el mercado interior de envases e impulsando la economía circular”, tal y como recoge el comunicado difundido por el Consejo de la Unión Europea.
Según el departamento de prensa de dicha institución, “Este reglamento se aplica a toda la industria del embalaje y al ciclo de vida del mismo, sin dirigirse a sectores específicos. Sólo tiene algunas disposiciones específicas relacionadas con la restricción de envases de plástico de un solo uso para frutas y hortalizas”, por lo que habrá que esperar a su aprobación y a su aplicación para conocer los detalles relacionados con la industria cárnica y de qué manera va a afectar a las empresas cárnicas.
Entre las principales novedades en los elementos del acuerdo, se refuerzan los requisitos para las sustancias contenidas en los envases al introducir una restricción a la comercialización de envases en contacto con alimentos que contengan sustancias alquílicas perfluoradas y polifluoradas (PFAS) por encima de ciertos umbrales. Y además, se mantienen los objetivos principales para 2030 y 2040 en materia de contenido mínimo de reciclado en envases de plástico.
El acuerdo también pide a la Comisión que evalúe, tres años después de la entrada en vigor del Reglamento, el estado del desarrollo tecnológico de los envases de plástico de origen biológico y establezca requisitos para estos.
Las nuevas normas, según el comunicado, reducirían también los embalajes innecesarios al establecer una proporción máxima de espacio vacío del 50 % en los embalajes agrupados, de transporte y de comercio electrónico. Y a los fabricantes e importadores, se les exigirá que garanticen que se minimice el peso y el volumen de los embalajes, excepto en el caso de los diseños de embalaje protegidos (siempre que esta protección ya estuviera en vigor en la fecha de entrada en vigor del Reglamento).
