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Formación de ANICE y la Revista Cárnica sobre el Reglamento General de Protección de Datos

Por José Carlos Vicente

ANICE y la Revista Cárnica organizaron en Madrid un Desayuno de Trabajo dedicado a informar a las empresas del sector cárnico acerca de los nuevos requisitos establecidos por el Reglamento General de Protección de Datos, que entró en vigor el pasado 25 de mayo.

En el encuentro intervinieron tres expertos en esta materia, que desgranaron los puntos más destacados de la nueva reglamentación.

  • Miriam Sánchez de León, del Despacho Sánchez de León, Melero & Blein y asesora legal de ANICE, realizó una introducción al nuevo Reglamento, sus principios inspiradores y el porqué de su creación.
  • Gonzalo Fernández Micheltorena, de GFM Servicios, expuso las principales novedades de la nueva ley en relación a la anterior, poniendo el foco en aquellos elementos que más dudas han generado en su puesta en marcha.
  • Jesús Sánchez, de Audea Seguridad de la Información, se centró en una serie de consejos de aplicación práctica del Reglamento en la industria cárnica.

Posteriormente, se desarrolló un coloquio en el que los tres expertos contestaron a todas las dudas de los asistentes sobre esta nueva reglamentación.

Las principales conclusiones del fueron:

  1. Es un Reglamento importante, pero muchas de las materias a las que se refiere ya estaban reguladas, por lo que no es algo tan nuevo. La diferencia es que antes muchas empresas no se preocupaban de su cumplimiento y ahora, con las sanciones que se han establecido, casi ha cundido ‘el pánico’ por tratar de adaptarse de la noche a la mañana.
  1. Es importante recordar el ámbito de aplicación del Reglamento, que es la protección de los datos de carácter personal de personas físicas. Por lo tanto, las personas jurídicas (empresas, etc,) están excluidas de esta regulación.
  1. Las Industrias cárnicas son empresas de bajo riesgo, donde los datos más sensibles serán los relativos a los empleados, especialmente porque pueden contener datos médicos derivados de la vigilancia de la salud.
  1. Esto no es algo que se haga en un día y te puedas olvidar. Es una carrera de fondo ya que a partir de ahora cualquier actividad que se realice en la empresa que tenga que ver con este Reglamento debe cumplirse. Además, cada vez que se hace algo, varía el sistema implantado, por lo que hay que corregir constantemente.
  1. Hay que cumplir y poder demostrar que se cumple. Al igual que hay que asegurarse (no simplemente preguntar) de que cualquier otra empresa con la que se interacciona también lo cumple.
  1. No hay milagros baratos. Aunque han proliferado empresas que ofertan sus servicios para adecuar a una empresa al Reglamento por cifras como 120 o 700 euros (casos reales comentados en la jornada), no es real. Esto tiene un precio, no desorbitado, pero tampoco tan irrisorio. Por esas cifras no se puede adecuar a una empresa al nuevo Reglamento.
  1. Hace falta formación en las empresas. El 75-80% de los problemas con el Reglamento se originan por un error humano. De nada sirve tener una metodología de trabajo si los trabajadores implicados no la conocen y renuevan periódicamente sus conocimientos sobre la materia.
  1. La noticia buena para el sector cárnico es que el riesgo para sus empresas es bajo. Aquí se comercializa con carne, no con datos. El nivel de exigencia y preparación en esta materia de una empresa cárnica no tiene nada que ver con el de una tecnológica que comercializa datos.
  1. Muy importante: El consentimiento tácito ya no tiene validez. Se ha dicho mucho, pero conviene repetirlo. Ya no vale aquello de que si un cliente no dice que no se toma por un sí y pasa a una lista. Ahora debe dar su consentimiento para todo y por separado. Es decir, si esa lista puede utilizarse para varias cosas, debe consentir para cada una de ellas y tener la posibilidad de elegir que sus datos se almacenen y se puedan utilizar para alguna sí y para otras no.
  1. Tener asesores externos especializados es conveniente, pero también lo es tener a alguien en la plantilla que esté muy familiarizado con el Reglamento, vigile su cumplimiento y, en caso de duda, pueda advertir al resto de departamentos y personal de la necesidad de consultar al experto externo.

Estas conclusiones quedarán reflejadas en un reportaje más amplio que se publicará en el próximo número de la Revista Cárnica.

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