Raúl Muñiz, representante del sector ovino en Cooperativas Agro-alimentarias de España y presidente de INTEROVIC, ha participado recientemente en un evento organizado por COPA-COGECA sobre la próxima propuesta de la Comisión Europea sobre el bienestar animal.
Durante su intervención, Muñiz ha expresado su preocupación por la posible limitación del tiempo de transporte de animales vivos en ganadería, tal y como han solicitado algunas ONGs y Estados miembros.
En este contexto, la Comisión Europea está preparando una propuesta legislativa de revisión de la normativa de bienestar animal, que abarcará todos los aspectos de la cadena, incluyendo la granja, el matadero, el transporte y el etiquetado.
Muñiz ha solicitado que se tenga en cuenta la sostenibilidad económica de los ganaderos y el posible aumento de costes de producción que podrían surgir al cumplir con mayores requisitos. Este aumento de costes podría provocar un incremento del precio para los consumidores en un contexto de alta inflación. Muñiz ha señalado que “mayores costes para los ganaderos harán que muchos de ellos abandonen el sector, lo que provocará un aumento de las importaciones de terceros países que tienen normas de producción y transporte mucho más laxas que la Unión Europea”.
El modelo europeo ya es el más estricto de todo el mundo
En el evento participaron organizaciones agrarias de toda la UE y representantes de Estados miembros, quienes presentaron las prácticas llevadas a cabo por el sector ganadero, los protocolos y actuaciones que hacen que las condiciones establecidas en la UE para el transporte de animales vivos sean las más estrictas del mundo en materia de bienestar animal, y cumplen todos los códigos sanitarios de la Organización Mundial de la Sanidad Animal, OMSA, para los animales terrestres actualizados en 2022.
La legislación europea actual abarca todos los aspectos con unos estrictos requisitos como normas de registro, almacenamiento e intercambio de los mismos, planes de contingencia, criterios que deben cumplir los puestos de control, cuidado de los animales y normas de sanidad y protección.
Muñiz también ha señalado que en el caso de los animales que se exportan desde España, se han establecido criterios de aptitud para el transporte, así como una serie de procedimientos a seguir por todos los agentes implicados en el transporte de animales, documento acordado por el MAPA, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN, y las Comunidades Autónomas.
Ha destacado además que el comercio de animales vivos en España es muy importante para el sector ganadero español, y que nuestro país exporta más de 120.000 cabezas de ganado bovino y más de 700.000 de ovino al año, principalmente a países limítrofes de la UE como Jordania, Arabia Saudí o Israel, cumpliendo con la normativa y contribuyendo a exportar el modelo europeo y sensibilizar sobre el bienestar animal en los países de destino, contribuyendo así a mejorar las cadenas de suministros en estos países.
Mantener siempre buenas conductas
En su intervención, Raúl Muñiz ha solicitado también a los representantes de la Comisión que implementen una mejora en la aplicación y el control del transporte, a través de la asignación de recursos técnicos y humanos adecuados, con el fin de prevenir las malas prácticas que a veces son divulgadas por los medios de comunicación.
Además, ha expresado su preocupación acerca del posible perjuicio que podría causar el aumento de las concesiones comerciales en ovino de carne a Australia, en el contexto de las actuales negociaciones para llegar a un acuerdo comercial entre este país y la UE. En este sentido, ha recordado que en 2022 la Comisión ya concedió 38.000 toneladas a Nueva Zelanda, además de las 141.000 toneladas que ya tenía concedidas, lo que ha debilitado aún más al sector ganadero.
Asimismo, Muñiz ha solicitado que la UE ponga más esfuerzos en la apertura de nuevos mercados para el ovino europeo, como Canadá y Estados Unidos, que actualmente se encuentran cerrados y representan un gran potencial para las exportaciones europeas.
El sector ovino es fundamental para las zonas rurales, ya que mantiene el empleo en los pueblos y tiene un papel clave en la lucha contra incendios y en la conservación del medio ambiente. Un aumento en las concesiones comerciales podría poner aún más en peligro el equilibrio socioeconómico y medioambiental de los territorios rurales.