Desaceleración en la industria de la alimentación y bebidas debido a la inflación

Por Redacción
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La industria de alimentación y bebidas ha experimentado un estancamiento en su crecimiento durante 2022, debido a la situación inflacionista tanto en España como en los mercados exteriores. El aumento significativo de los costes productivos, en particular el incremento del valor energético, del transporte y de las materias primas, entre otros factores, ha impedido la continuación de la trayectoria positiva del sector.

Esta es uno de los datos reflejados en el Informe Económico de la FIAB, elaborado gracias al apoyo del MAPA, que recoge los principales resultados sobre el sector a lo largo del año 2022.

Durante 2022, la producción real de la industria de alimentación y bebidas ascendió a 144.955 millones de euros, alcanzando un crecimiento del 1,5 %. Esta tasa muestra la contención de la actividad de la industria, si la comparamos con el promedio de la tasa de crecimiento de la producción real entre 2015 y 2019, (obviando los años 2020 y 2021, excepcionales por la situación del COVID-19) que se situó en el 4,5 %.

El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, ha enfatizado la importancia de la industria alimentaria como un motor crucial para el desarrollo y la consolidación de las zonas rurales, principalmente a través de la generación de empleos de calidad, lo que contribuye significativamente a promover la sostenibilidad económica, social y medioambiental de los territorios.

Además, el secretario general ha elogiado la estrategia de la industria alimentaria para la internacionalización y la apertura de nuevos mercados, especialmente los de países terceros, lo que no solo impulsa el crecimiento de la actividad, sino que también permite la diversificación de riesgos.

Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, destaca el esfuerzo realizado por la industria para absorber parte de los costes en la realización de este Informe. Ha añadido además que “durante 2022 hemos sufrido una crisis global, en parte como consecuencia de la invasión de Ucrania, que ha generado incertidumbre, inestabilidad y la grave situación de inflación que todos padecemos. Los resultados presentados por muchas empresas del sector demuestran cómo han reducido sus márgenes para no trasladar al consumidor las subidas que han sufrido”.

Los hogares se aprietan el cinturón

La situación de incremento de precios, junto con las medidas tomadas para contener la inflación, como las subidas de los tipos de interés, ha llevado a los hogares a reducir sus gastos y a modificar sus patrones de consumo. Como resultado, el volumen del consumo ha disminuido hasta alcanzar los 66.294 millones de euros (-1,1 %). De manera similar, se ha producido una caída del -1,8 % (1.427 €) en el gasto promedio por persona en el hogar, en comparación con el mismo período del año anterior.

Karina Pereira, directora de estudios económicos de FIAB, en plena presentación del Informe.

A pesar de las dificultades, la industria de alimentación y bebidas sigue siendo el sector industrial más sólido en España. El Valor Añadido Bruto se ha calculado en 29.786 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 13,9 %. Después de ajustar el efecto de los precios, este crecimiento se reduce al 4,1 %. Como resultado, el sector representa el 19,3 % de la industria manufacturera y aproximadamente el 2,5 % de la economía española en su conjunto.

Buenas sensaciones en materia de empleo

En cuanto al empleo, la industria ha demostrado ser fuerte y ha tenido un comportamiento favorable. Según la radiografía laboral, se ha producido un aumento del 3,2 % en el número de afiliados a la Seguridad Social, lo que equivale a 454.800 empleos directos. Además, este crecimiento es mayor que el de la industria manufacturera en su conjunto, que se sitúa en el 2,4 %.

A pesar de las buenas noticias en cuanto al crecimiento del empleo en la industria de alimentación y bebidas, el sector se encuentra preocupado por el impacto que está teniendo el aumento de los costes laborales sobre su productividad. En concreto, los costes laborales han aumentado un 0,7 %, cifra superior al incremento del 0,3 % registrado en el conjunto de la economía. Esto pone de manifiesto la mayor presión que sufre el sector para mejorar su competitividad, ya que el encarecimiento de los costes laborales se suma al ya experimentado por la inflación.

Situación económica llena de incertidumbres

El impacto de la desaceleración económica mundial se ha dejado sentir en las exportaciones de alimentos y bebidas españoles, a pesar de un aumento del 9 % en el valor de las ventas al exterior que alcanzaron los 41.643 millones de euros. Sin embargo, el volumen exportado disminuyó en un -7,2 %, debido a la inseguridad económica general, el fuerte impacto de la inflación y los problemas logísticos y de transporte. El número de empresas exportadoras también se redujo en un -2,3 %, hasta las 18.902.

A pesar de estos desafíos, el mercado internacional sigue siendo un pilar importante para la industria española, ya que los alimentos y bebidas siguen siendo una de las principales contribuciones al crecimiento económico a través del comercio internacional. España ha concentrado el 10,4 % de las ventas europeas, lo que la sitúa como la cuarta economía exportadora.

Sin embargo, el crecimiento en las importaciones ha generado una balanza comercial más limitada que en años anteriores, aunque positiva, de 10.640 millones de euros (-20,1 %). La incertidumbre que domina en 2022 ha roto la tendencia creciente que se mantenía desde 2008.

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