El matadero de Estella
(Navarra) tiene una última opción para no cerrar. La instalación, que se
encuentra en concurso de acreedores, podría cerrar sus puertas a no ser que dos
empresarios cárnicos locales se hagan cargo de las instalaciones, algo que ya
han solicitado al ayuntamiento de la localidad.
Así, además del acuerdo
entre las partes, para que el matadero siga operando deben de cumplirse una
serie de criterios de Salud Pública, administración concursal y empleados de la
compañía (un total de siete). En caso de cierre, los empresarios locales que
necesiten servicio de sacrificio se verían obligados a utilizar las
instalaciones de localidades vecinas.
Esta situación comenzó
el pasado 22 de abril de 2013 cuando la adjudicataria del matadero presentó el
concurso voluntario de acreedores
El cambio de manos al
frente de esa explotación llevaría consigo una subrogación de los trabajadores
por parte de los futuros gestores. Asimismo, también se harían cargo del canon
de arrendamiento, la cantidad anual que cobra el Ayuntamiento por la
explotación externa de este servicio, que está cifrada en 19.000 euros, aunque
se plantea una reducción al considerarse insostenible.
El matadero tiene una
capacidad de sacrificio de 600 cerdos semanales, según los planes de
viabilidad, pero la media estaba en 250 desde la entrada en fase concursal.