El Servicio de Vigilancia Fitosanitario y Veterinantia de Rusia (Rosselkhoznadzor) señaló el pasado 19 de marzo que podría prohibir la importación de los productos cárnicos desarrollados por productores españoles que están en la lista de proveedores garantizados por los servicios veterinarios de España.
El responsable del organismo, Sergei Dankvert, destacó que “estamos manteniendo una reunión en la que estamos considerando los resultados de una reciente inspección llevada a cabo en empresas españolas, y es posible que, dados los resultados obtenidos, se puedan tomar medidas restrictivas”.
Según Dankvert, los inspectores rusos han inspeccionado 19 empresas españolas que exportan productos animales a los países de la Unión Aduanera. “Incluso teniendo en cuenta que es posible hacer algunas concesiones, el 62 por 100 de los productos no cumplen con nuestros requisitos”, asegura.
En este sentido, añade que si se tienen en cuenta las incumplimientos relacionados con que el seguimiento en laboratorio de los productos exportados de acuerdo a las normas europeas, “ninguna de las industrias inspeccionadas supera las pruebas”.
Entre las deficiencias encontradas por los inspectores se encuentran productos que no tienen la información exigida por la Unión Aduanera, así como la ausencia de análisis que cumplan con los estándares exigidos, lo que provoca una “certificación inexacta de los productos enviados”.
La lista de proveedores de productos animales a la Unión Aduanera incluye 746 empresas españolas, de las que 614 están garantizadas por los servicios veterinarios de España. “Dado que no nos fiamos de estas garantías, estamos discutiendo la posibilidad de restringir los envíos de las empresas incluidas en las garantías”, afirma.
Al resto de proveedores, Rusia prevé darles un mes para alinear sus sistemas de exportación con los requisitos de la Unión Aduanera, e informa de que tomará una decisión final sobre los proveedores españoles después de reunirse en los próximos días con la Unión.
Daniel de Miguel, responsable de la Oficina de Exportación de la Carne de España (OECE), se mostraba sorprendido por estas afirmaciones ya que, “las autoridades rusas han realizado una visita recientemente a España pero no han presentado un informe oficial y parecían estar satisfechos”, según a declarado, en exclusiva, a Cárnica 2000.
Por su parte, las salas de despiece y productores también han mostrado su sorpresa. El secretario general de la Asociación Profesional de Salas de Despiece y Empresas Cárnicas (Aprosa), Manuel González, recordó la visita y que la sensación entre los mataderos que inspeccionaron fue “buena”, por lo que no entienden el posible veto que afectaría al porcino español. González destacó que a algunas empresas se les instó a realizar mejoras en la documentación del producto pero en general se mostraron “bastante favorables” ante estos centros.
Hay que recordar que Alemania ya vio como se cerraban sus exportaciones a Rusia en enero mientras que el pasado 11 de febrero el gobierno de Putin hacía lo propio con las importaciones procedentes de Estados Unidos debido al uso de ractopamina. Asimismo, el pasado 27 de febrero, Ikea retiraba de los establecimientos de Rusia sus salchichas por contener carne de caballo, siendo estas de procedencia austriaca, por lo que la desconfianza generada en torno al etiquetaje de los productos cárnicos podría estar detrás de todo esto. A esta situación hay que añadir tres datos más. En primer lugar, que las importaciones a Rusia procedentes de Sudamérica han aumentado desde el cierre de Estados Unidos (la emisora de radio argentina Radio Mendoza afirmaba el 12 de marzo que las exportaciones de carne argentinas a Rusia habían crecido en 350 millones de euros en 2012 y que el cierre de Estados Unidos suponía 140.000 toneladas menos de carne). En segundo lugar, la participación de los exportadores de carne de Sudamérica tuvo muy buena acogida en la celebración de la feria de Moscú Prodexpo 2013 (según destaca el diario digital Rusia Hoy. En tercer lugar, estas producciones sudamericanas son más económicas que las europeas.
En esta situación hay que tener en cuenta que los principales productores de porcino del mundo son, por este orden, China, Estados Unidos, Alemania, España y Brasil. Este último país ha visto como Rusia “ha homologado muchas industrias”, según a destacado a Efeagro, Miguel Blanco, secretario general de COAG.
España es excedentario, en materia de porcino, y el 7 de su producción va con destino a Rusia. Por otro lado, la cifra de negocio cárnico con esta nación alcanzó los 263 millones de euros.
Aún así y pese a estos datos, el ministro español de Agricultura, Miguel Arias Cañete ha señalado que “en la Unión Europea tenemos unos mecanismos sanitarios que todos observamos y creo que se trata de una afirmación exagerada”, la llevada a cabo por las autoridades rusas. Además añadió que se seguirá trabajando para convencer a las autoridades rusas de que el estado de sanidad animal en nuestro país es “excelente y que nuestras instalaciones sanitarias y mataderos están a la altura de las circunstancias”.
