Según una encuesta realizada por la organización internacional de investigación de mercados YouGov, alrededor de tres cuartas partes de los encuestados dijeron que no iba a cambiar sus hábitos alimenticios cuando se trata de cortes de carne fresca y carne picada.
Sin embargo, al comprar hamburguesas, el 80 por 100 de las personas creen ahora que el origen de la carne es importante, frente al 73 por 100 el mes pasado, mientras que la trazabilidad en las hamburguesas también es importante para el 80 por 100 de la población, frente al 72 por 100 anterior.
Además, el 82 por 100 cree que una marca de garantía en las hamburguesas es importante, frente al 78 por 100 en enero, mientras que la importancia del precio en la compra de hamburguesas ha disminuido.
“La investigación regular que realizamos para controlar los factores que influyen en las decisiones de consumo, demuestran que la confianza en los productos de carne fresca sigue siendo fuerte, con un 76 por 100 de los encuestados diciendo que van a comer la misma cantidad de carne de vacuno fresca y el 71 por 100 diciendo lo mismo para la carne picada. Un cuatro por ciento dijo que incrementará su consumo de carne fresca de vacuno y carne de vacuno picada”, ha dicho Nick Allen, director del sector para Eblex, y encargado del estudio.
“Lo que hemos detectado, en el caso de las hamburguesas, es que el consumidor quiere saber exactamente el origen del producto y que tiene una cadena de suministro con trazabilidad asegurada”.
“Ha habido una enorme cobertura mediática sobre el tema de la carne de caballo, que se encuentra en algunos productos cárnicos elaborados con cadenas de suministro complejas, que involucran a proveedores de otros países. En esas circunstancias, los mensajes sobre lo que se ve afectado y qué comprar pueden confundirse”.
“Sin embargo, hemos estado trabajando duro, junto con otras organizaciones del sector, para impulsar el mensaje de que los clientes pueden tener confianza en los productos frescos, carnes rojas garantizadas, al igual que los que tienen los sellos de calidad (Quality Standard Mark), donde la procedencia y trazabilidad son claros y parece que el mensaje está siendo escuchado”.
“En el otro lado de la ecuación, sin embargo, los productos congelados de carne de vacuno han sufrido un golpe comprensible”.
La encuesta de febrero también mostró que el 14 por 100 de los encuestados (el doble que en enero) realizará la compra de productos cárnicos más a menudo a los carniceros en el futuro, a costa de los supermercados.
El 69 por 100 de las personas encuestadas dicen que tienen menos confianza en los minoristas en general, como consecuencia de la crisis de carne de caballo.