Grupo Cañigueral ha presentado unas cuentas del ejercicio 2018 en las que muestra un incremento del 1% en la facturación, que alcanzó los 816,95 millones de euros. En una información publicada por Expansión, se señala también que las inversiones de la empresa fueron de 56,5 millones de euros, un 37 % más que en el ejercicio anterior. Un dato en el que tuvo mucho que ver la compra de la sala de despiece de Vilamalla (Gerona).
De este modo, el beneficio neto de la empresa se redujo un 35 %, cifrándose en 13,7 millones. Un resultado muy influenciado por el encarecimiento de los precios en el porcino. Por otra parte, su deuda bancaria a largo plazo creció de 113,9 millones a 124, y la deuda a corto se mantuvio estable en 30 millones.
Con 2.300 empleados, el grupo ha nombrado recientemente presidenta a Elisabeth Cañigueral tras el reciente fallecimiento de Joan Cañigueral Isern.
