Tras haber presentado hace dos años un concurso de acreedores, la empresa Cárnicas Vilaró de Sils ha cesado definitivamente su actividad y ha dejado en la calle a los 125 trabajadores de su plantilla.
Desde hace unos días, los empleados de Vilaró ya se habían quedado en casa con un permiso retribuido, a la espera de que el juez redacte la resolución definitiva y se hagan las liquidaciones.
Según fuentes de los trabajadores, como no se les debe ninguna nómina atrasada, una vez se les haya pagado los 20 días por año trabajado que establece la ley como indemnización, podrán ya cobrar el subsidio de desempleo.
Cárnicas Vilaró procesaba exclusivamente carne de cerdo y, diariamente sacrificaba este último años entre 1.500 y 1.600 animales en el matadero de Granollers, que posteriormente se procesaban en la planta de Sils.
El 2011 cerró el ejercicio con una facturación de unos 100 millones de euros y la empresa, durante los años que ha estado inmersa en el concurso de acreedores, no ha aumentado sus deudas.