Los responsables de Mercosur han mostrado su frustración ante la oferta cárnica propuesta por la Unión Europea. Las 70.000 toneladas ofrecidas (apenas el 0,7% del mercado cárnico europeo) distan mucho de las 78.000 esperadas y mucho más de las 350.000 deseadas. La fricción ha sido tan grande que ya se plantea que el tema cárnico pueda acabar con un acuerdo que se lleva negociando 20 años y que parecía estar más cerca en los últimos tiempos.
En Mercosur se considera prioritario abrir las fronteras de la UE a sus productos cárnicos, por lo que se presionó al máximo para eludir la negativa inicial europea. Sin embargo, las cuotas propuestas apenas contentan a países como Brasil, quien ya se significó anunciando que no firmaría un acuerdo que no contemplase cifras satisfactorias. Argentina, Paraguay y Uruguay (que junto con Brasil suman el 20% de la producción cárnica mundial de bovino) también se han manifestado en idéntica dirección.
