‘Carne procesada y ahumada’ es el nombre del evento que organizó Sealed Air en Passirana di Rho (Milán, Italia), y en el que abordó de qué manera pueden los últimos avances en envasado e higiene alimentaria impulsar un crecimiento sustancial de la industria europea de carne procesada. Durante dos días, más de 50 empresas de procesado alimentario y retailers de toda Europa compartieron su visión con especialistas de primer orden.
Europa es el mercado de carne procesada más grande del mundo (un 48% del consumo mundial y un gasto de 87.000 millones de dólares en 2014*), por lo que hay mucho margen para que las empresas de procesado cárnico consigan una ventaja competitiva a pesar de la madurez del mercado, que ha conducido a un índice de crecimiento muy lento, con una CAGR media del 0,5%* en los últimos cinco años.
“En un entorno tan maduro, las tendencias actuales exigen a la industria y a los grandes distribuidores que se replanteen cómo satisfacer las expectativas de los consumidores. Entre esas expectativas, la fuerte demanda de trazabilidad de los alimentos y la transparencia de las etiquetas, una polarización en las opciones de consumo entre los productos alimentarios económicos y los premium, y una creciente demanda de comodidad son una oportunidad para cambiar el futuro de la industria, explicó Elena Casati, Directora Europea de Marketing para Carnes ahumadas y procesadas de Sealed Air-. La innovación en el envasado es crucial para que los agentes del sector mejoren y diferencien su oferta, dándoles a los consumidores productos de valor añadido que se adecúen mejor a sus necesidades”.
Como señaló Pinar Hosafci, Analista de comida envasada de Euromonitor, el panorama europeo actual está dominado por la carne procesada refrigerada, que representa más del 80% del total de las ventas de carne procesada de la región, aunque puede haber variaciones significativas entre los países en términos de dimensiones y crecimiento del mercado. Con un consumo medio per cápita de 15,3 kg (frente a los 8,8 kg en toda Europa) y un valor de 13.800 millones de dólares estadounidenses, Alemania es el mercado más grande, seguido de Italia y Francia. A pesar de ello, la tasa de crecimiento de Alemania se ha mantenido muy por encima de cero entre 2009 y 2014, en tanto que Italia ha resultado ser el mercado de crecimiento más rápido en términos monetarios absolutos (+10,2 % en ventas durante el mismo periodo) y Rusia ha registrado la CAGR más alta, del 6 %.
La penetración de las marcas blancas en la gran distribución es uno de los factores que mejor explican estas diferencias. En países como Alemania, donde la penetración es elevada (70 %), puede ser un freno muy importante para el crecimiento, ya que las empresas de procesamiento tienen menos espacio para renovar sus productos y obtener unos márgenes mayores. “La creación de valor para los consumidores a través de la innovación en el envasado y el producto puede contribuir en gran medida a esta tendencia, al proporcionarles nuevos formatos más prácticos y una mayor variedad para distintas comidas”, comentó Hosafci.
Entre varios de los temas comentados en este encuentro, Narcís Grèbol, Coordinador de Innovación tecnológica en IRTA, destacó las ventajas de la tecnología HPP (Pasteurización por altas presiones) para la industria de carnes ahumadas y procesadas, en la que los materiales Darfresh® de Sealed Air fueron los primeros en quedar validados por la normativa europea de 1998 por su eliminación de los patógenos que da lugar a una mayor caducidad y seguridad alimentaria, elementos clave para los fabricantes, también de cara a los mercados de exportación y la conservación alimentaria sin aditivos. Esta tesis la comparte Michele Morbarigazzi, de HPP Italia, la primera empresa italiana que ofrece desde septiembre de 2014 un servicio a maquila de HPP exclusivo.
El papel del envasado en la prevención de la creación de desechos durante la cadena de suministro alimentario tuvo también una especial relevancia, como explicó Laura Passerini, Especialista en Análisis LCA y sostenibilidad de Sealed Air. La reducción de residuos alimentarios es un problema que está adquiriendo cada vez más importancia para la sociedad, la política y las empresas de todo el mundo, y que se puede resolver en buena medida con una correcta elección de envasado. A pesar de lo que se suele creer, un estudio reciente ha confirmado que incluso una cantidad pequeña de residuos alimentarios deja una huella de carbono más alta que su envase. Por este motivo, las soluciones de envasado innovadoras que permiten una mayor protección de los productos de agentes externos y contaminantes microbianos, junto con la conservación de la frescura y un control de las porciones, pueden limitar considerablemente el volumen de desechos y reducir el impacto de toda la industria alimentaria en el medioambiente.
